Control, aceptación y prioridades
Desde muy chico nos enseñan a comportarnos de una forma “correcta” en la carrera por la vida. Luego de la escuela viene nuestro rol como trabajadores, y aprendemos de igual modo a mantener una actitud de control en nuestra forma de actuar.
Y así avanzamos… En algunos casos también ahí morimos. En otros, algo sucede que nos obliga a plantearnos el sentido de nuestra vida. Generalmente esa llamada al despertar suele ser por sufrimiento. Ahí comienza la “ruptura”.
¿Y qué aprender? Aprender a estar presentes en el presente, donde realmente sucede y existe la vida.
¿Y si sucede lo inesperado? ¿Y si perdemos el control y la seguridad? ¿Qué hacer entonces? Pues abrazar la experiencia. Y dar gracias a esta experiencia que te invita a sentirte Vivo.
Y sonreir por fuera y por dentro.
Y si volvemos a sorprendernos alejados de la realidad del presente, perdiéndonos la vida mientras hacemos juicios sobre el pasado o el futuro, no caer en la inercia de volcar el juicio y la fustración sobre nosotros mismos. Aceptar, Permitir, Confiar y Sonreir.